viernes, 25 de agosto de 2017

El explicable y mesurable odio


No es malo odiar, es tan terapéutico o más que amar.
Y es más fácil.
Va más con la naturaleza humana.
Para odiar hay que conocer, requiere unas razones concretas.
En cambio, amar es un acto compulsivo, meramente hormonal en muchos casos. Y que obedece en tales casos, a las normas del cortejo reproductivo.
De ahí que muchos machos prefieran pagar a una puta para que les chupe la polla. Y no la madre de sus hijos que no hace esas cosas, o no le gusta imaginar que semejante santa pueda hacerlo.
Bien, porque las madres de sus hijos me comen la mía, mejor y con más ganas que las putas profesionales.
Ya he aportado una razón para ser odiado.
Lo entiendo.
Lo que no entiendo y carece de lógica, es que conociéndome alguien me ama.
La vida, la conducta humana no tiene complicación alguna (las cosas malas no son complicadas). Solo es un conjunto de aleatorias y erráticas conductas sin la menor voluntad por parte de quien las protagoniza.
Y lo único lógico y explicable, es el odio.

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